General que gozó de privilegios fue detenido y obligado a inculparse de robo por la Dgcim

Hace un año, el General de División (GNB) Ramón Cruells, entonces jefe del Comando de Zona N°52 en el estado Anzoátegui, estaba entregando regalos y bolsas de comida a la tropa y personal civil, gozando de los privilegios que la revolución ofrecía a ciertos oficiales. Hoy, su realidad es distinta: se encuentra encarcelado. Durante casi 25 días permaneció en desaparición forzada, mientras su familia guardaba silencio. En ese tiempo, fue golpeado, rapado, obligado a firmar un documento y a grabar un video inculpándose, antes de ser trasladado a la cárcel de Yare.

La noticia de su detención, ocurrida el 10 de octubre, coincidió con la captura de su compañero de promoción, el Comisario Mayor Coronel Jesús José García Rivero, quien era director de la Región Oriental de la Policía Nacional Bolivariana (Redip Oriental) y coordinador del Centro de Coordinación Policial en Anzoátegui.

También fue aprehendido el Coronel Daniel Emigdio Morón Cañizales, quien comandaba el Destacamento 521 en Puerto La Cruz, cargo que había asumido hacía menos de un año tras liderar el Destacamento de Seguridad Urbana en Trujillo. Morón es miembro de la promoción “Batalla Mata de la Miel” de 2003, la misma de la que forma parte el Coronel Alexander Enrique Granko Arteaga, uno de los nombres más señalados en denuncias de torturas realizadas por la DGCIM.

Cruells Martínez, conocido como “El Loco Cruells” entre sus compañeros, pertenece a la promoción 1998 “Batalla de Vigirima” y estaba previsto que pasara a retiro en 2031. Inicialmente, fue acusado junto a los otros oficiales de contrabando de hidrocarburos y de brindar protección a bandas criminales.

Según fuentes consultadas por Infobae, los tres militares detenidos no tenían vínculos con Diosdado Cabello Rondón, quien ha intentado controlar la región de Anzoátegui, Monagas y Sucre, enfrentándose a la resistencia de la Guardia Nacional en esa área.

El relato señala que Cruells, bajo la dirección de Alexander Granko Arteaga en la Dirección de Asuntos Especiales (DAE) de la DGCIM, sufrió torturas físicas y psicológicas. Finalmente, lo obligaron a grabar un video en el que confesaba haber robado 50 mil dólares, una inculpación que se suma a las acusaciones en su contra.